En esta entrada nuestra compañera del equipo Scooltic, formadora en ABPs y aprendizaje cooperativo, Carmen Lloret-Catalá, resume unas cuantas ideas clave para los profes innovadores. Adjunto una pequeña Biografía de Carmen.
Soy Profesora Asociada en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de Valencia, en los grados de Magisterio, Pedagogía y Educación Social. Doctora en Psicología por la Universidad de Valencia y Máster Universitario en Educación y TIC (e-learning) por la UOC.
Imparto formación a docentes sobre recursos tecnológicos y pedagógicos.
Investigo sobre el impacto de la la innovación educativa, recursos pedagógicos y tecnológicos en la Sociedad del Conocimiento, y cooperación al Desarrollo en Educación.
La INNOVACIÓN EDUCATIVA es una forma creativa de seleccionar, organizar y utilizar metodologías y recursos con el objetivo de mejorar la educación.
Los docentes innovadores siempre han existido y se caracterizan por buscar la manera de llegar más a sus alumnos para que estos disfruten aprendiendo y, por ende, aprendan más.
#TIPS para el profe Innovador (reflexiones que no prescripciones):
1. Es importante introducir cambios en la relación profesor-alumno.
El docente tiene que escuchar y dialogar más con sus alumnos para, de este modo, entender mejor cuáles son sus inquietudes e intereses que le ayudarán a adaptar mejor las innovaciones a sus necesidades. Fomentar la empatía docente nos ayuda a diseñar la innovación pensando en el estudiante.
2. Cambio de paradigma y “atreverse”.
El docente innovador tiene muchas inquietudes, entre ellas, cuestionarse cómo los alumnos pueden aprender mejor y qué metodologías pedagógicas y recursos puede utilizar para mejorar. En primer lugar tiene que tener claro que las metodologías pedagógicas activas implican un cambio de paradigma en el que el sujeto es el centro y responsable de su propio proceso de aprendizaje. La responsabilidad de aprender cambia de manos, el responsable de su aprendizaje es el alumno. El docente tiene que atreverse a poner en práctica metodologías innovadoras como el aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje cooperativo o flipped classroom que ponen el centro de atención el el alumno.
3. Racionalizar el uso de las TIC.
Innovación no es sinónimo de uso de tecnología. Se puede innovar sin TIC, ahora bien las TIC añaden una nueva dimensión a la innovación y se convierten en una ventana al mundo que permite la comunicación, colaboración y la difusión. Destacar que las TIC, no deben ser concebidas como un fin,
como la panacea para solucionar los problemas que plantea la educación, son un medio, un recurso que nos ayuda como docentes a favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje. No podemos usarlas para hacer lo mismo que hacemos sin TIC, por ejemplo una Tablet para leer un libro en pdf, porque de este modo ni aportan novedad ni mejoran el proceso educativo. Uno de los valores relevantes de la tecnologías es la conectividad.
4. Fomentar el trabajo interdisciplinar, crear y unirse a Redes de docentes innovadores “a hombros de gigantes”.
Trabajar mano a mano con docentes de otras áreas. Los proyectos de centro enriquecen mucho a los alumnos, el trabajo cooperativo interdisciplinar entre docentes es un buen ejemplo para nuestros alumnos. Compartimentar el conocimiento va quedando cada vez más obsoleto y no es un reflejo de la sociedad actual. Difundir y compartir las experiencias es un elemento clave para avanzar y mejorar la educación. Hoy en día Internet permite compartir experiencias y generar conocimiento de manera colaborativa. Conectar con otros docentes nos puede ayudar en el camino de la innovación, compartir incertidumbres, fracasos y éxitos nos motivará y facilitará enormemente nuestra tarea.
5. Cambiar la forma de evaluar.
Las metodologías pedagógicas activas requieren un cambio en la evaluación, debemos reconsiderar el papel del examen escrito donde sólo hay una respuesta válida y, por tanto, no deja margen a la creatividad. Si realmente nos importa el aprendizaje podemos evaluar el proceso a través de diarios de aprendizaje, portafolios y, con la ayuda de rúbricas. Una evaluación cualitativa permitirá al alumno ser más creativo y crítico sobre su proceso de aprendizaje.