Desde que en 2007 Sams y Bergmann “inventaran” la Flipped Classroom, el nivel de adhesión por parte de los docentes ha ido, si bien de forma muy irregular, claramente en ascenso.
Mi andadura como formador comenzó en marzo de 2016 y durante aquel primer año la demanda de formación sobre Aula Invertida fue muy alta. Luego fue descendiendo paulatinamente hasta que la pandemia nos golpeó en 2020 y una gran cantidad de compañeros se vio en la necesidad de suplir la presencialidad con la generación de contenidos que, pese a no ser la característica más importante de la Flipped Classroom, sí que es una máxima que debe cumplirse para poder aplicarse. Ya que los contenidos (o saberes básicos como la LOMLOE ha dado en llamarlos ahora) deben ser transmitidos de una manera o de otra. Y, por lo tanto, el interés en la Flipped Classroom (junto con los Entornos Virtuales de Aprendizaje y otras tantas aplicaciones web) volvió a aumentar.
Si algo positivo se ha podido sacar de esta época tan oscura que nos ha tocado vivir ha sido precisamente eso: la puesta al día de gran cantidad de docentes en temas tan esenciales como la Competencia Digital Docente. Dicho esto, que es innegablemente positivo, es mi humilde opinión que muchos compañeros están (seguro que inintencionadamente) “pervirtiendo” el espíritu del modelo de Aula Invertida.
El fin último del mismo no es únicamente facilitar un acceso constante y a voluntad a los contenidos de una materia. No es aumentar la cantidad de conceptos que podemos impartir, ni engrosar los tan temidos deberes con vídeos, además de con ejercicios. No es “liberar” al docente de la responsabilidad de impartir conceptos, de enseñar procedimientos…
Debemos aprovechar esa “liberación” para generar un cambio en las dinámicas del aula, un cambio en la relación profesor-alumno, un cambio en la relación alumno-alumno y, por qué no decirlo, un cambio en la relación escuela-familia.
Este verano, ScoolTIC nos ofrece la posibilidad de entender mejor el modelo de Aula Invertida y será un placer guiaros en este proceso. Proporcionaros, no sólo las herramientas básicas para poder aplicarlo, sino también las pautas para que esa implantación se ajuste lo más posible a los ambiciosos objetivos que os he mencionado. ¿Os animáis?
Escuela de verano Scooltic – 5 y 6 de Julio – info e inscripciones
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Herme Ferrando
Docente de Inglés
Experto en gamificación y flipped Classroom